jueves, 10 de noviembre de 2011

Absalón

Era potente en el lecho
y era valiente en la lid,
mejor que un Adonis hecho,
era el ojito derecho
de su padre el Rey David .
Su negro cabello hermoso,
no cortado desde niño,
era tan largo y copioso
que el Rey Wifredo el Velloso
a su lado era lampiño.
Tenía todo en su mano :
Sus antojos saciará :
siempre atento el Soberano :
Vivía como un rajá,
como vive un arcediano.
Palacios, joyas, fortuna,
de mujeres un harén;
mimado desde la cuna,
si al Rey le pide la luna,
manda el Rey que se la den.
Todo le era permitido,
 cualquier pecado o desliz
tapado y hasta reído...
Pensaréis que nunca ha habido
un príncipe más feliz;
pues erráis en la opinión,
que aun siendo dueño de un mundo,
no era feliz Absalón,
porque dentro, en lo profundo
le roía una ambición.
¿ Qué podía ambicionar
quien ya todo poseía?
¿ Acaso puede soñar
con probar mejor manjar
quien ya probó la ambrosía?
¿ Qué cosa podía ser
lo que estaba deseando
y no podía tener?
Lo diré al final : El Poder,
el Trono, el Cetro y el Mando.
A tal fin se cargó a Amón,
 su primogénito hermano, 
primero en la sucesión; 
después contra el Soberano
tramó una conspiración.
Puesto fuera de la ley,
con una hueste aguerrida
se enfrentó a su padre el Rey,
mas derrotada su grey,
emprendió cobarde huida.
Igual que una exhalación,
en un alígero mulo
huía el bello Absalón
como en ligera expresión
se dice, "perdía el culo".
Y al pasar bajo una encina
en sus ramas se enredó
su melena leonina,
 y así colgando quedó
como viviente cecina.
Joab que le perseguía,
de sus fieles rodeado,
viendo al prófugo colgado,
 con saña y alevosía,
le alanceó en el costado;
y este fue el fin lastimero
del levantisco Absalón ,
de rebeldes pionero:
igual que en le matadero
muere colgado el lechón.

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