miércoles, 16 de marzo de 2011

Esaú, Jacob y las lentejas

Al volver Esaú del campo, hambriento,
vio en la puerta a Jacob, su único hermano,
dispuesto a devorar, cuchara en mano,
un plato de lentejas suculento.
-"Dámelas, Jacobín".- No, no; lo siento,
respondió el benjamín al veterano,
" si tienes más gazuza que un alano,
toma un trozo de pan, que es más sustento"
- !Qué pan ! Quiero lentejas¡ !Qué ricura¡
Cualquier cosa te doy por ese plato.
Jacobín que era un pozo de listura
le dijo tras pensar por algún rato:
"Te lo doy por tu primogenitura";
y Esaú asintió : "Vale, hecho el trato"
Así se demostró por vez primera
que el hambre es muy mala consejera.

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