martes, 15 de marzo de 2011

Genesareth

Caminé sobre el mar a pie desnudo:
fue un sueño que nunca olvidaré.
Cristo estaba a mi lado; "yo te ayudo"
me dijo, "pero debes tener fe".
"Confío en ti, Señor, de ti no dudo"
tomando yo su mano, le juré;
y anduve, anduve, anduve a pie desnudo;
sobre las olas de Genesaret.
Pero, de pronto, me sentí inseguro
vacilé, tuve miedo, di un traspiés,
vi la noche terrible, el mar oscuro...
"Maestro, que me hundo" !sálvame¡
y El me sacó, sonriendo, del apuro:
 "¿Por qué dudaste, hombre de poca fe"?

No hay comentarios:

Publicar un comentario