lunes, 14 de marzo de 2011

Las tentaciones de Cristo

Por la estepa desolada
cuarenta días anduvo
el Señor, sin probar nada,
ni una sardina de cubo,
ni una langosta esmirriada:
Mayor ayuno no hubo
ni en la tebaida afamada.
Enflaqueció mucho, mucho
se amojamó tanto, tanto
fue tan grande su quebranto
y se puso tan pachucho
que verlo movía a llanto 
y si le da un arrechucho
se lo lleva al camposanto.
El Demonio, que sabía
que es fácil prevaricar
con la barriga vacía
y que, tras largo ayunar,
ajarse suele la hombría
y la virtud claudicar,
se dijo:" ! Tate, es la mía¡"
y acercósele a tentar.
Mas no apareció con gesto
de precito repulsivo,
con rabo y cuernos de chivo,
sino pulcro y peripuesto,
con traje de ejecutivo
más perfumado que un tiesto:
Parecía un directivo
 de la Junta de Banesto. 
Y habló en perfecto arameo:
"Si eres hijo de Jehová
y hambre tienes, Galileo,
manda a estas piedras acá
que panes se vuelvan ya 
y saciarás tu deseo".
-" No es mala idea, barbián"-
Jesús repuso a Cachano
"no sería, no, mal plan,
teniéndolas tan a mano...
pero no solo de pan
se mantiene el ser humano.
"Claro", apostilló Satán,
mejor de jamón serrano".

Perdido el primer asalto,
Belcebú lo transportó
a un pináculo muy alto
y desde allá le ordenó
que al vacío diera un salto,
pero Jesús dijo: ! No¡ 
está muy bajo el asfalto¡
A lo que el Diablo insistía:
"si eres Hijo de Yahvé,
salta y muestra tu valía
y el pueblo tendrá en ti fe:
Dios nunca permitiría
 que se escoñara tu pie 
contra el suelo de la vía".
Jesús mostró su rechazo:
"No insistas más, Tentador,
lárgate y no seas pelmazo;
no hay que tentar al Señor:
Quien se tira de un ribazo,
de una torre o de un alcor,
sin paracaídas al brazo,
confiando que el Creador
le recoja en su regazo,
comete un supino error
y se pega el batacazo".

Después el Angel Ustorio
lo tomó por las costillas
y lo llevó a un promontorio
que dominaba las villas
del mundo y dijo, suasorio:
" Todas estas maravillas
te daré, todo este emporio,
si ante mí hincas tus rodillas".
" Vade retro, Satanás"
gritó Jesús, berroqueño,
tu tiempo perdiendo estás,
conmigo es vano tu empeño;
sólo a Dios adorarás
y El sólo será tu dueño".

Sumando tres fiascos, tres,
en un intento postrero
de provocarle un traspiés,
el Tentador tesonero
lo condujo al Corte Inglés 
y le dijo, zalamero:
" Te lo doy, tuyo es entero,
si te postras a mis pies".
! Qué malas ideas   tienes,
oh monstruo de perdición:
Unos Grandes Almacenes:
esto sí que es tentación¡
Pero el mayor de los bienes
es rendir adoración
al Señor del cual nos viene
todo bien y todo don.

Huyó Luzbel al Infierno
con enorme frustración,
pensando en su fuero interno:
"ya me saldrá otra ocasión".
Y al momento aparecía
una arcangélica grey
que a Jesucristo servía
como los pajes al Rey.

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